domingo, 16 de julio de 2017

15 GLASGOW

Esta mañana Analía corría feliz y mucho mas "ligera" pues se había desecho de un serio peso que la tenía apesadumbrada toda la semana. Su tripa decidió obedecer a la fibra y ya anoche nos había informado por whatsapp a todo el grupo del feliz desenlace. No llegamos a tiempo de obtener una prueba fotográfica de la proeza, pero damos por buena su palabra. El día amaneció con lluvia, "algo poco habitual en estas tierras",
y con ello nos pusimos en camino  a Glasgow. Para algunas, el trayecto resultó una pequeña prolongación en su sueño, si no que se lo digan a Belén y Anxela que no tardaron ni 5 minutos en sucumbir.

Una vez in situ, nos esperaba la atractiva visita al Riverside museum, en el cual pudimos disfrutar y admirar diferentes coches, motocicletas, trenes e incluso un gran velero, que recorrimos como grumetes de un extremo al otro. Por otra parte, sabíamos de la presencia del famoso coche usado por Harry Potter, y tras una búsqueda intensa, en ocasiones frustrante, y gracias a la ayuda del staff, como por "arte de magia" apareció ante nuestros ojos el famoso Ford Anglia de color azul celeste.

Se acercaba la hora de comer, y asomaban dientes afilados en nuestros niños; no obstante aun quedaba una parada obligada en la Catedral de Glasgow, de estilo gótico y muy visitada como pudimos comprobar. El hecho de ser un entorno religioso y tranquilo, no supuso la ausencia de momentos divertidos, acompañados de la guasa de una expedición andaluza, que nos hizo reír un rato con el cuento del "chupa-cabras".

Y por fin llegó el momento mas esperado por nuestras queridos alumnos, el shopping. Era tal la emoción, que Candela dudaba entre comer o salir de compras a la carrera. En cuanto vio Urban Outfit, ya os podéis imaginar que opción salió ganando. Aunque posteriormente su instinto de supervivencia la obligó a hacer una breve parada para el avituallamiento. Y así transcurrió el resto del tiempo, entre compras, risas y el orballo típico.

Finalmente, nos reunimos en George Square, donde pudimos contemplar que calentitas estaban las tarjetas de crédito y que más de uno había perdido la noción de lo que había comprado; camisetas, sudaderas, varitas mágicas, lechuzas, pendientes, banderas, imanes... Un sinfín de objetos de los que recibiréis en un par de semanas como regalo y de los que diréis "¿Y para qué quiero yo esto?"

Regresamos al bus y estábamos en la escuela a eso de las 17.00, aleccionamos a la tropa para el día siguiente y rompimos filas. 

(Aquí os dejo un ejemplo de una de sus clases de la semana pasada, para que veáis que bien lo hacen estos "canta-mañanas")






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